Retos de la movilidad y el rol del auto compartido en la “nueva normalidad”

El brote del COVID-19 tuvo un impacto en todos los sectores de la sociedad, mismo que hará que el mundo, después de la pandemia, no vuelva a ser el mismo que conocíamos. Dentro de esos cambios, uno de los aspectos que más cambios sufrirá es la movilidad. Existen retos importantes que afrontar, todo con el objetivo de ofrecer a las personas soluciones que les ayuden a viajar de forma segura.

Con el regreso a las calles, las personas buscarán una nueva forma de trasladarse hacia y desde el trabajo con el fin de no contraer el virus; en China, por ejemplo, la intención de compra de un automóvil ha aumentado hasta en un 60% de acuerdo con un estudio de Ipsos.  Esto dará como resultado una afluencia de vehículos, y por lo tanto un aumento en el  tráfico. Los gobiernos y las empresas deberán considerar la mejor manera de optimizar la infraestructura de la ciudad para hacer frente a los problemas de movilidad. 

En una urbe como la Ciudad de México, y en donde muchas de las personas viven lejos de sus centro de trabajo, las opciones se reducen al automóvil personal, el transporte público y el auto compartido. Antes de la pandemia, el promedio de ocupación del auto de acuerdo con datos de Waze Carpool, era sólo de 1.2 personas, dejando desaprovechadas de 3 a 4 plazas. 

Quienes cuentan con automóvil propio podrán utilizar ese vehículo como una extensión del confinamiento en el hogar, y tendrán una manera de trasladarse segura y aislada. ¿Qué pasa con aquellos que no cuentan con esa oportunidad? Es ahí donde el papel del auto compartido o carpool se vuelve fundamental al convertirse en una opción asequible, sencilla y segura. 

El mundo está comenzando a moverse de nuevo, prueba de ello es lo acontecido en París en donde, de acuerdo con datos de Waze, el volumen de navegaciones en la aplicación aumentó 144% durante la penúltima semana de mayo. Ese incremento drástico en el uso del automóvil, que se comenzará a ver en otras ciudades del mundo durante las próximas semanas, implica desde luego un golpe fuerte al medio ambiente, lo que hace de Carpool una forma de reducir las emisiones contaminantes que se generan del uso del automóvil. 

Las crisis, aunque provoquen en la gente estrés, incertidumbre y demás sentimientos negativos, son también un terreno fértil para la formación de nuevo hábitos, y es ahí en donde el compartir auto debe actuar como alternativa para cuidar la salud y la economía del usuario. Desde Waze tenemos el compromiso de seguir colaborando con nuestros socios de Carpool y de otros programas, como Waze for Cities, para comprender las causas de la afluencia en las vialidades así como los problemas que enfrentarán los conductores, por lo que no detendremos el intercambio de información entre la app y las autoridades, para así ofrecer rutas seguras y actualizadas en tiempo real a los wazers, además de responder rápidamente al comportamiento y nuevas demandas de la gente.